
La ciudad de Tulcán es una de las más importantes, no por ser vigilante fronteriza y guardiana de nuestros derechos de nación, sino porque ha sido la ciudad que ha visto el paso de tropas de la Independencia y de la República, que ha servido de base para las operaciones de los ejércitos en las guerras con los Pastos y en nuestras diferencias con la nación vecina.
Su gente ha cambiado el fusil por el arado y se encuentra actualmente en la tarea civilizada de desentrañar la tierra y buscar la paz, el engrandecimiento, no solo de su patria sino de todo el suelo ecuatoriano. No es solamente la riqueza material la que se logra, porque su juventud, descendiente de aquellos hombres que fueron los amigos más fieles de Montalvo, buscan en sus aulas la necesaria cultura y la ilustración debida.
Del estudio comparativo de los distintos dialectos hablados en América antes de la llegada de los conquistadores españoles, se desprende que los nombres con la base ul y el final can, predominan en centro América.
Francisco Quindí de 125 años. Maldonado
Además se sabe que Tulcán deriva de Hul-can que en idioma de Yucatán,
idioma Maya, significa guerrero, valiente, bravo.
Quien quiera que diera el nombre de Tulcán a la capital provincial más alta del Ecuador, presumiblemente tenía una razón, pero infelizmente no hay un antecedente histórico.
El idioma Quichua, tan común en las otras provincias de la sierra ecuatoriana, no se encuentra en la provincia del Carchi. Nombres de lugares en Quichua como Rumichaca (puente de piedra), son raros, que contrasta con la provincia de Imbabura al sur. Nunca se ha encontrado ruinas de la época de los Incas.
La presencia de Mayas y Nahuas está generalmente aceptado. Al oeste, la cordillera Mayaquer, un nombre compuesto de las raíces “Maya” y “Quer”, ambos de origen Maya y la cordillera Chiltazón, semejante al Maya “Chitzen”, indican dicha presencia. Probablemente se derivó de los dioses de las tempestades “Hurakán” y “Kukulcán”; y esto se identifica fuertemente con el espíritu de guerrero tradicional a los tulcaneses.
Los Carchiques, una nación Maya, podría haber sido la fuente no solamente del nombre Tulcán, sino también del nombre provincia del Carchi; y podría
ser una conexión con los Coya-quers, una pequeña tribu de origen e idioma aún desconocida, viviendo al tiempo presente en la provincia.
Las raíces “Tulc” y “Can” son predominantes, pero no exclusivas, en América Central y México. Hay un Julcán en Perú, en la provincia de Otuzco; hubo las famosas ruinas de ciudad de Chanchán en la costa peruana, destruida por los incas en el año 1496.
Huayna Capac, el padre de Atahualpa, nació en Tupipampa (Cuenca), capital de la nación de los Cañaris, guerreros feroces cuyo idioma tiene una relación con los Nahua – Carbes. “Can” en los idiomas Cañari, Caribe y Maya significa “serpiente”. “Tula” en Quichua significa “loma”. Es un hecho curioso que en muchos idiomas del mundo antiguo las raíces “tul”, “tel”, “tol (o tor)”, y “til” significan “loma” y la raíz “can” significa “serpiente” o “rey serpiente”, en todos los casos la serpiente es el símbolo real, se asocia con veneración, invencibilidad, sagacidad y fecundidad.
Dentro de este panorama parece posible, que el nombre Tulcán sería “Loma sagrada de la Serpiente Real”, surgiendo una clase de patrocinio real como una marca de respeto.